lunes, 7 de julio de 2008



LONQUIMAY, pequeño pueblo
con todo el cielo por techo y por abrigo,
así de abierta y así de cálida es su gente

Lonquimay, 4 de Noviembre de 1969

Visto:
La nota circular número ciento setenta y cuatro de fecha cuatro de septiembre del corriente año, cursada por la Dirección General de Asuntos Municipales, donde se solicita fijar fecha de fundación para la localidad de Lonquimay y,

Considerando:
Que el Intendente Municipal de Lonquimay ha hecho las averiguaciones correspondientes, conversado con antiguos pobladores de la zona, coincidiendo todas en afirmar que fue en el año mil novecientos cinco, cuando se empezaron a construir en la localidad de Lonquimay las primeras viviendas,
Que existen antecedentes en la estación local del ferrocarril Nacional Domingo Faustino Sarmiento, que citan el año mil novecientos cinco como el de fundación del pueblo y estación ferroviaria de Lonquimay,
Que también en la escuela Nacional número treinta y cinco local, hay volumen donde constan declaraciones tomadas por señores Directores de la misma a viejos pobladores de la localidad, que coinciden también en que el año mil novecientos cinco fue el de la fundación del pueblo de Lonquimay,
Que en la sesión del Consejo Asesor de Vecinos realizada el día tres de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve, el tema fuera tratado de acuerdo a lo solicitado anteriormente por el Intendente Municipal de Lonquimay, y que todos los antecedentes aportados por los miembros del Consejo Asesor coinciden en confirmar el año mil novecientos cinco como el de fecha de fundación del pueblo de Lonquimay,
Que el miembro del Consejo Asesor de Lonquimay, Señor César S. M. Tamborini, aporta un documento valiosísimo para el presente caso, como lo es el de un plano de la Planta Urbana de Lonquimay, firmado por autoridad competente el día diecinueve de junio del año mil novecientos cinco, en la ciudad de La Plata

POR ELLO
EL INTENDENTE MUNICIPAL DE LONQUIMAY
R E S U E L V E

Artículo 1º: Fìjase como fecha de fundación para el pueblo de Lonquimay el día diecinueve de junio del año mil novecientos cinco.
Artículo 2º: Elévese copia autenticada a la Dirección General de Asuntos Municipales de la presente Resolución-Ordenanza.
Artículo 3º: Dèse al Libro de Órdenes y Resoluciones, publíquese, regístrese y archívese

RESOLUCIÒN Nº 89
ALBERTO O. BEASCOCHEA
Secretario - Tesorero

OSVALDO MONTERO
Intendente Municipal
Tres años después de la fundación de Lonquimay
Vicente funda su fábrica

jueves, 3 de julio de 2008


Vicente Montero y familia




La Casa Familiar,
el lugar de todos

100 años de la Fábrica


VICENTE MONTERO

Vicente Montero llegó a la Argentina como inmigrante español a la edad de 18 años en el año 1901.
A su llegada a Buenos Aires viajó en el tren del Ferrocarril Oeste que une la Capital Federal con Santa Rosa, descendiendo en la estación Uriburu, desde donde se dirigió a la cercana estancia “San Juan”, en donde quedó empleado como peón mensual.
“Don Vicente”, como lo llamaban sus amigos, se casó con Pascuala González en el año 1908 y de su matrimonio nacieron 15 hijos, 7 de los cuales eran varones.
Al fundarse en el año 1905 la localidad de Lonquimay se trasladó a ella empleándose como ayudante de carnicería, cuyo propietario era un tal Gutiérrez. Durante su paso por la carnicería, aprovechando el sebo sobrante de la misma, comenzó a hacer experimentos a fin de conseguir fabricar jabón de lavar; hubo muchos esfuerzos infructuosos, pero un buen día logró su objetivo.
Debido a ello funda una pequeña fábrica de jabón en el año 1908 en un precario galpón existente en los fondos de su primitiva casa familiar, situada en la calle Mitre s/n, frente al tanque de agua del ferrocarril.
En un principio la fábrica abastecía de jabón solamente a Lonquimay, pero un tiempo después se agregaron las vecinas localidades de Catriló y Uriburu.
La ampliación de la zona de influencia de la fábrica fue extendiéndose en forma progresiva, y ya en los años 1915-1918 sus productos se comercializaban en Anguil, Santa Rosa, Miguel Cané, Quemú Quemú, Miguel Riglos, Macachín y Doblas. Ante tanta expansión era necesario ampliar sus instalaciones.
Se agrega en la producción la fabricación de agua lavandina.
Fue así que en el año 1920 se levanta el edificio propio en la Quinta Nº 28, cerca del paso a nivel este del ferrocarril, con una extensión de 250 metros cuadrados.
Ya en el año 1922 el producto jabón de lavar “MONTERO” y el jabón de lavar segunda “LA PANTERA” se venden en todas las localidades de La Pampa, por su buena calidad y bajo precio.
Toda la producción era transportada por ferrocarril.
Ante la certeza de que esa expansión continuaría extendiéndose, en el año 1922 funda una sociedad con sus hermanos José y Jesús, la que giraba con el nombre de MONTERO Hnos.; a partir de allí las ventas y los productos aumentan, afincándose mas en todo el territorio.
Tres años después se disuelve la sociedad y Vicente Montero vuelve a ser el único propietario.
Con el mismo personal, y a medida que sus hijos van creciendo e integrándose al trabajo de la fábrica, el establecimiento sigue con su marcha ascendente.
En 1928 se agrega una extensa zona del oeste de la Provincia de Buenos Aires. Vienen años muy difíciles y de mucho trabajo, pero el clan familiar, viviendo todos en la casa paterna, lo soporta con éxito.
Lo que comenzó solo con esfuerzo y sacrificio, va tomando solidez.
En el año 1947 Don Vicente formaliza una sociedad que integra con sus hijos Alberto, Osvaldo, Alfredo, Rubén Oscar, Mario Jorge, Omar y Héctor Edgar. La sociedad, conforme al contrato, girará con el nombre de VICENTE MONTERO e HIJOS.
La incorporación de sangre joven a la empresa le da un fuerte impulso, aumentando las ventas y sus productos. Se agregan zonas en el oeste de la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén y sur de San Luis.
En el año 1950 la firma cuenta con una flota de 4 camiones con acoplado, que le permiten colocar sus mercaderías a domicilio y acopiar el sebo en las carnicerías, materia prima básica para la elaboración del jabón, y por sus ventas en la Capital Federal, de suma importancia para la capitalización de la empresa.

La sociedad es administrada por Osvaldo, Alfredo y Mario Jorge. La planta fabril está a cargo de Alberto, Rubén Oscar, Omar y Héctor Edgar.
Ante el constante crecimiento de la producción y el aumento de las ventas, la sociedad estudia la modernización de la fábrica, con el objeto de implementar la fabricación de nuevos productos y aumentar la ya existente.
El 11 de junio de 1952 fallece Don Vicente y todo lo proyectado queda paralizado.
Ante la ausencia definitiva de Don Vicente, como lo llamaban sus amigos, jefe de familia y cabeza de la empresa, se funda la sociedad HIJOS DE VICENTE MONTERO, integrada por sus siete hijos varones y sus hijas solteras: Leonor, Nelly y Lidia.

La nueva sociedad comienza la modernización con la ampliación del edificio, dotándolo de planta alta para colocación de los nuevos elementos. Al finalizar la ampliación la fábrica tiene una superficie de 800 metros cuadrados.
Se adquiere una caldera de locomotora de ferrocarril, 3 tachos de hierro para la saponificación del jabón con 25.000 Kg. de capacidad cada uno, 2 cubas de roble para el desdoblamiento del sebo con 20.000 lts. de capacidad cada una, 3 tanques de hierro para el tratamiento de agua glicerinosa con 10.000 lts. de capacidad cada uno, un concentrador-evaporador al vacío para la concentración de la glicerina, 1 batidora, 1 enfriadora, 1 cortadora y 1 estampadora para el jabón, un digestor para derretir sebo, una prensa hidráulica, una lavadora de botellas y una sachetadora.
En los sucesivos viajes a la Capital Federal de Osvaldo y Alfredo para la compra de maquinarias, conocieron a Míster Marclew, ingeniero químico inglés, quien fuera por 30 años consecutivos Jefe de Jaboneros del Frigorífico Anglo, traído ex profeso desde Inglaterra para ese cargo. Junto a él también concocieron a Alberto Ventura. Estas dos personas marcaron profundamente la marcha de la empresa.
En el año 1956, y con una amistad muy intensa, Mr. Marclew, se convierte en asesor técnico en la modernización de la fábrica, volcando toda su experiencia en ella.
En el año 1970 se retira de la sociedad Omar Montero.
Con la puesta en marcha de las nuevas instalaciones, la producción aumentó en forma considerable como así mismo la cantidad de clientes y la zona de influencia.
En el valle de Río Negro, en la línea que va desde Villa Regina hasta Zapala se triplicaron las ventas y los clientes de Zapala eran los mayores compradores de jabón de lavar, producto que exportaban a Chile.
Los clientes de la fábrica pueden estimarse en 1.300, siendo esta la mayor riqueza de la empresa.

La fábrica se cierra el 30 de Junio del año 1989

IMÁGENES








A cien años de la fundación de Lonquimay,
placa recordatoria
en el Monumento del Centenario,
obra del arquitecto Clorindo Testa


Monumento al Centenario de Lonquimay,
donado por Clorindo Testa